El yeso (CaSO₄·2H₂O) es el mineral principal del karst de Sorbas. Sin embargo, en condiciones muy concretas, parte de los átomos de calcio son sustituidos por átomos de magnesio, dando lugar a la Epsomita.
Este proceso ocurre gracias a variaciones geoquímicas en el agua de infiltración (cambios en la composición, saturación y humedad relativa dentro de la cavidad). Al cristalizar lentamente, se generan estas formaciones tan singulares.
Rareza en cuevas
La Epsomita es un mineral muy poco común en el medio subterráneo, porque es extremadamente soluble en agua. Basta una ligera variación de humedad para que los cristales se disuelvan, lo que dificulta su conservación. En el karst en yesos de Sorbas se ha registrado únicamente en tres cavidades, lo que convierte su hallazgo en algo excepcional.
Su valor científico
El estudio de la Epsomita no solo tiene interés mineralógico y estético. También constituye un indicador geoquímico, ya que su presencia revela condiciones muy específicas de temperatura, humedad y composición química del agua en el interior de las cuevas. Por ello, la Epsomita aporta información clave para comprender los procesos de disolución y precipitación en ambientes yesíferos, ayudando a descifrar la evolución del karst de Sorbas.